El agro salvadoreño: un aula abierta
Por: Dr. Gerardo Escudero
Representante Oficina del IICA
El Salvador
gerardo.escudero@iica.org.sv
El agro salvadoreño está experimentando una silenciosa
pero intensa transformación.
Desde la base -la formación de capacidades- la
Presidencia de la República, con el liderazgo del Ministerio de Agricultura y
Ganadería (MAG), está cultivando el Plan de Agricultura Familiar y
Emprendedurismo Rural para la Seguridad Alimentaria y Nutricional (PAF).
La semilla del PAF se ha sembrado ante aspectos
determinantes como la importancia estratégica del sector agropecuario
como la principal fuente generadora de crecimiento económico y reducción de la
pobreza, especialmente, en los territorios rurales; y la marcada naturaleza
familiar de las unidades productivas agropecuarias nacionales.
Los frutos que se espera produzca el PAF consisten en
incrementar la disponibilidad de alimentos e ingreso de las familias que
desarrollan la agricultura de subsistencia, mientras logran desarrollar
capacidades para una inserción exitosa en las cadenas de valor agroproductivas.
Complementaria y sinérgicamente, el Plan fomenta el
incremento de las capacidades competitivas en el segmento de agricultura familiar
comercial, a fin de generar ingresos que permitan un desarrollo sostenible de
la economía de los territorios.
Sin precedentes, el PAF retoma las experiencias
metodológicas y operativas de anteriores proyectos desarrollados por MAG,
agregando un fertilizante nuevo que abonará y potenciará el esfuerzo: la
articulación con el Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal “Enrique
Álvarez Córdova” (CENTA), la Escuela Nacional de Agricultura “Roberto Quiñónez”
(ENA), el Banco de Fomento Agropecuario (BFA) y la amplia experiencia de
organismos acompañantes como el Instituto Interamericano de Cooperación para la
Agricultura (IICA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura
y la Alimentación (FAO).
El PAF está cambiando el rostro de un agro que
persistía en el abandono, el retraso y la poca inversión. La intervención se
logra con cuatro programas:
i) PAF Seguridad Alimentaria
ii) PAF Cadenas Productivas
iii) PAF Innovación
iv) PAF Agroindustria
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Familia salvadoreña participa en Escuela de Campo | para optimizar su negocio agrícola |
El acompañamiento del IICA
La Oficina del IICA en El Salvador participa, junto
con la FAO, en el PAF Seguridad Alimentaria. Paralelamente, desarrolla una
intensa ejecución del PAF Cadenas
Productivas, el cual pretende incrementar el nivel de ingresos de las familias
rurales a través del mejoramiento de la competitividad de los negocios rurales
y el encadenamiento agro productivo.
Agricultores que tienen al menos un emprendimiento
productivo están inscritos. El Programa cuenta con una selección de
iniciativas, las cuales al inicio fueron caracterizadas con una metodología
específica, todo en estrecha coordinación con el MAG y CENTA, tomando criterios
de alto, amplio y rápido impacto.
Este Programa prioriza diez cadenas: granos básicos,
hortalizas, frutas, lácteos, acuícola, apícola, cacao, café, artesanías y
turismo rural.
Las innovaciones y los cambios
Al preguntarse ¿Dónde están las diferencias comparadas
con intervenciones agrícolas de amplia escala?
La respuesta nos lleva a diversos rincones del país,
algunos cantones y caseríos donde pese a los caminos en extremo difíciles,
donde el polvo o el lodo complican aún más la llegada y la pobreza es palpable,
se observan “aulas” no tradicionales, pero llenas de entusiasmo y materiales
lúdico/didácticos con alumnos que con “avanzada juventud” están aprendiendo diversas
temáticas agrícolas seleccionadas y priorizadas por ellos mismos, a través de
la metodología Escuelas de Campo (ECA).
La referida metodología es lo que inyecta, en parte,
dinamismo a este programa que comienza fortaleciendo la base y aplica un modelo
innovador en el proceso. La Oficina del IICA ha diseñado cuatro niveles de ECA,
empezando desde el piso de producción primaria, transitando hacia las de
Emprendedurismo y Comercialización y llegando hasta las de Fortalecimiento
Institucional. Éstas últimas involucran en las capacitaciones a funcionarios públicos
del MAG y CENTA para garantizar la continuidad y sostenibilidad de la
estrategia cuando el Programa finalice.
Otra parte del engranaje es la metodología Competencias
Económicas basada en la Formación Emprendedores (CEFE), que agrega fortalezas administrativas y destrezas personales para
el impulso de negocios en las cadenas productivas.
Ambas metodologías tienen la particularidad de
facilitar el proceso de enseñanza-aprendizaje a través de ejercicios
participativos, vivenciales y lúdicos. Los equipos técnicos PAF MAG/IICA
proveen asesoría a través de estas herramientas, fortaleciendo los eslabones de
la cadena. Un cuerpo de más de 350 técnicos y extensionistas están trabajando con
núcleos de productores en los territorios, multiplicando ECAS, de las cuales
hay en marcha unas 480 y unos 13 mil productores y productoras del país,
beneficiados e integrados a las mismas.
Además, el Programa PAF Cadenas Productivas utiliza
como principal estrategia de intervención el enfoque de cadena de valor, impulsando
elementos claves como el mejoramiento del acceso al mercado, la elevación de la
productividad, el fortalecimiento de las capacidades de gestión de los negocios
y la promoción de la inversión privada.
Es justamente ese modelo
diferenciado e intenso de transferencia de conocimiento y tecnología lo que hace
esta experiencia diferente, captando la mirada de otros países del Hemisferio.
Para más información: Ir a página Oficina del IICA, El Salvador
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